Este lunes me comentan de una joven que tuvo un acto suicida, en su mundo familiar y educativo causando estupor, preguntas, no saber qué hacer, que decir, como acercarse. En estos momentos la muerte por suicidio de Robin Williams ya cruza el umbral del estupor y las preguntas y nos pone en la vereda de la vulnerabilidad a la mayoría de las personas que admiramos sus dotes artísticos y personales. Como vemos todos podemos llegar a este mismo y triste final, es ser humano es casi el único que puede poner fin a su vida. Pero no debe, nos debemos a los que nos rodean, nos contienen, nos acompañan, sean muchos o pocos. El ser humano tiene la capacidad de experimentar un sufrimiento que puede llegar a a ser infinito y percibir que todas las puertas se han cerrado pero tiene la responsabilidad de seguir, de buscar soluciones, de barajar de nuevo las cartas hasta que nos toque una buena, el ser humano es el único que puede cerrar los ojos y soñar, pensar, trabajar su destino, el único que puede creer, tener fe y esperanza, de soñar con los ojos abiertos un mundo mejor, más solidario con mi dolor y sufrimiento y el dolor y sufrimiento del prójimo . La muerte de Robin Williams va a generar muchos comentarios, del cual nadie duda que podemos terminar con todo, pero aquí un problema específicamente humano, no debemos. Marcelo Correa Ayudaalsuicida.blogspot.com