A los empleados del Cet Río Cuarto
A los empleados del Cet de Río Cuarto
En nuestra actividad pastoral en relación de ayuda al suicida nos encontramos con varios extremos, fronteras o límites humanos, que la persona puede vivir, que en ocasiones los pone al borde del precipicio.
No siempre tenemos que acompañar a las víctimas de ciertas situaciones sociales, como puede ser violación, robo, asesinato, etc. Sino que en ocasiones nos encontramos con los victimarios, con las personas desagradables de la historia. Hemos desarrollado sin tratar de perder el sentido de justicia cierta mirada de misericordia que nos da el hecho de que todos somos hermanos en este mundo, frágiles vasijas de barro a veces envestidos en creer que tenemos poder y otras en sentirnos apoderados.
En el caso de sus trabajos, ustedes, los empleados no son ni las victimas ni los victimarios en una situación ideal (para este relato), sino espectadores de un juego que se desarrolla en la pista entre toro y torero, ustedes elogian, veneran , defienden a ultranza a el torero pero son solo espectadores de un juego que conoces el final a saber: " el artero torero con su capa y sables junto a los jinetes y sus jabalinas que protegen al torero darán muerte al toro que sale a la pista como un adolescente musculoso atropellando todo lo que encuentra a su paso"
Lo que no sabe el toro es que el juego esta trucado y el secreto entre torero y espectador es que el toro no sabe de esa complicidad.
En su caso los dueños del casino tienen el poder, influencia, las leyes de su lado, el gobierno provincial de aliado, los psiquiatras del ATSA, abogados, personas del gremio, otros casinos, que para este espectáculo no pueden no dar muerte a este toro que por mas robusto que parezca, de seguro le darán muerte, una muerte casi ritual, progresiva, efectiva y aplaudida.
Les recuerdo que ustedes son los espectadores, los que crean ídolos pero también los que ven a las mujeres en los rincones del fastuoso coliseo (sala de slot) llorando por que perdieron todo, pero así y todo las ven volver con mas furia a encarar a las multicolores tragamonedas como un objeto a vencer en su mente.
Ustedes ven la realidad de las victimas de los slot con mucho más realismo que nosotros, mucho más que los psicólogos, psiquiatras, curas, legisladores, políticos, vecinos, adivinos, brujos, etc. Ustedes están más cerca de la cancha del toreo. Son privilegiados espectadores y como en el circo español defienden a morir al torero por que dicen que los trata bien y que los respeta.
Pero no se engañen por que quien tiene el poder de destruir al otro, serán ustedes sus próximas victimas a las que no dudaran de estaquear de un golpe certero por mas sindicato que tengan, quedaran tirados como el mismo toro y se darán cuenta que lo que ustedes aplaudieron es su propio fin.
Para Roggio ustedes no son mas que una variable que ellos hubieran podido evitar con una maquina más. Ustedes no se imaginan ver un gremio trucado cuando dicen que traen una batería de propuestas como enviados por algún dios romano.
El pueblo, nosotros, alguno de ustedes somos el toro, recuerden que cuando mas nos estoqueen, mas fuerte envestiremos, mas nerviosos nos pondremos y que a veces aun muertos buscaremos la gloria, el torero una victima más.
No dejes que te confundan,
cuando este barco se hunda,
tenés que saber nadar.
Postal
Kapanga
Marcelo Correa
Ayudaalsuicida.blogspot.com
Ayudaalsuicida@hotmail.com
En nuestra actividad pastoral en relación de ayuda al suicida nos encontramos con varios extremos, fronteras o límites humanos, que la persona puede vivir, que en ocasiones los pone al borde del precipicio.
No siempre tenemos que acompañar a las víctimas de ciertas situaciones sociales, como puede ser violación, robo, asesinato, etc. Sino que en ocasiones nos encontramos con los victimarios, con las personas desagradables de la historia. Hemos desarrollado sin tratar de perder el sentido de justicia cierta mirada de misericordia que nos da el hecho de que todos somos hermanos en este mundo, frágiles vasijas de barro a veces envestidos en creer que tenemos poder y otras en sentirnos apoderados.
En el caso de sus trabajos, ustedes, los empleados no son ni las victimas ni los victimarios en una situación ideal (para este relato), sino espectadores de un juego que se desarrolla en la pista entre toro y torero, ustedes elogian, veneran , defienden a ultranza a el torero pero son solo espectadores de un juego que conoces el final a saber: " el artero torero con su capa y sables junto a los jinetes y sus jabalinas que protegen al torero darán muerte al toro que sale a la pista como un adolescente musculoso atropellando todo lo que encuentra a su paso"
Lo que no sabe el toro es que el juego esta trucado y el secreto entre torero y espectador es que el toro no sabe de esa complicidad.
En su caso los dueños del casino tienen el poder, influencia, las leyes de su lado, el gobierno provincial de aliado, los psiquiatras del ATSA, abogados, personas del gremio, otros casinos, que para este espectáculo no pueden no dar muerte a este toro que por mas robusto que parezca, de seguro le darán muerte, una muerte casi ritual, progresiva, efectiva y aplaudida.
Les recuerdo que ustedes son los espectadores, los que crean ídolos pero también los que ven a las mujeres en los rincones del fastuoso coliseo (sala de slot) llorando por que perdieron todo, pero así y todo las ven volver con mas furia a encarar a las multicolores tragamonedas como un objeto a vencer en su mente.
Ustedes ven la realidad de las victimas de los slot con mucho más realismo que nosotros, mucho más que los psicólogos, psiquiatras, curas, legisladores, políticos, vecinos, adivinos, brujos, etc. Ustedes están más cerca de la cancha del toreo. Son privilegiados espectadores y como en el circo español defienden a morir al torero por que dicen que los trata bien y que los respeta.
Pero no se engañen por que quien tiene el poder de destruir al otro, serán ustedes sus próximas victimas a las que no dudaran de estaquear de un golpe certero por mas sindicato que tengan, quedaran tirados como el mismo toro y se darán cuenta que lo que ustedes aplaudieron es su propio fin.
Para Roggio ustedes no son mas que una variable que ellos hubieran podido evitar con una maquina más. Ustedes no se imaginan ver un gremio trucado cuando dicen que traen una batería de propuestas como enviados por algún dios romano.
El pueblo, nosotros, alguno de ustedes somos el toro, recuerden que cuando mas nos estoqueen, mas fuerte envestiremos, mas nerviosos nos pondremos y que a veces aun muertos buscaremos la gloria, el torero una victima más.
No dejes que te confundan,
cuando este barco se hunda,
tenés que saber nadar.
Postal
Kapanga
Marcelo Correa
Ayudaalsuicida.blogspot.com
Ayudaalsuicida@hotmail.com