Duelo por suicidio

Cuando ya es tarde______________________________________

Se cree que: “Después del suicidio de un ser querido, ya nada se puede hacer”. Al contrario, la familia debe con el tiempo y la reflexión, levantarse de esta tragedia desgarradora.
Generalmente, la familia se ve sacudida y luego paralizada, porque la muerte llegó como un visitante de forma súbita e inesperada y también porque no pudieron hacer nada para poder evitar la muerte o lo que hicieron no alcanzó. En los primeros momentos no saben qué hacer, con quién hablar, o si los van a juzgar, o si su suicidio fue culpa de esta. También se cuestionan si son ellos los que merecían morir. Aparecen miles de preguntas sin resolver, marcadas por sentimientos de turbación, de vergüenza y de traición.
El sentirse culpable, por esta situación, puede estar relacionado muchas veces con la agresividad que sentimos hacia la persona fallecida, o por la sensación de que nos abandonó. El sentimiento de incapacidad aflora cuando pensamos que nadie puede ayudarnos y que tenemos que sufrir solos. También puede surgir un sentimiento de fracaso, originado por la incapacidad de prevenir la muerte. Todos estos pesares los tenemos que confrontarlos en nuestro corazón, constituyendo un encuentro humilde y profundo con nuestra propia humanidad y con los límites que nos impone la vida de no poder remediar lo sucedido.


Lleva tiempo aceptar la muerte
Lleva tiempo dejar pasar (adaptarse a la nueva realidad)
Lleva tiempo reconocer que no podemos controlar la vida
Lleva tiempo tomar decisiones
Lleva tiempo compartir
Lleva tiempo crecer
Lleva tiempo perdonar
Lleva tiempo sentirse bien consigo mismo
Lleva tiempo hacer nuevas amistades y reír
Lleva tiempo dar: la mejor forma de sobreponerse a la soledad y al dolor es preocupándose de la de los otros.

De la revista:
“Estaciones del alma”
Sobrevivientes del suicidio

Existe entre los sobrevivientes cierto deseo mágico y engañoso de estar con quién se murió (reunificación). Es probable que los restantes miembros de la familia también se vean atraídos por el suicidio, como forma de solucionar sus problemas, porque hay un antecedente directo. De este modo, la familia se va apagando sobre un manto de dolor.
Entre los miembros sobrevivientes del suicidio tienen que aprender a vivir y reconciliarse con el límite humano, vivir los por qué, ya que tal vez nunca tengan respuestas los interrogantes que plantea el suicidio de un ser querido y perdonarse a sí mismo y entre sí, para no seguir sangrando; así lograrán superar el dolor y evitando también la tragedia de otro ser querido.
Los elementos emocionales negativos y positivos, forman parte de una misma dinámica en la elaboración de este complicado duelo.

" Tu silencio "

Te miro a los ojos y ya no estás...
¿Qué es lo que pasa?
ya no habitas en ti...
¿Es que la desesperación,
pudo más que la vida?
¿Por qué no me respondes?
¿Por qué no me respondes?

La muerte, pudo más que tu dolor.
Tu corazón no te llamó.
!Quiero que te levantes,
resucites y vivas!
¿Por qué no me respondes?
¿Por qué no me respondes?

Ya no soporto tu silencio.
Dime, ¿qué soledad te mató?
Tu sangre no me dice nada.
!Háblame por favor!
¿Por qué no me respondes?
¿Por qué no me respondes?

Desde el dolor de una madre, después de la muerte de su hijo

Marcelo Correa
Ayudaalsuicida@hotmail.com
ayudaalsuicida.blogspot.com