Los efectos de la adicción al juego

Los efectos de la adicción al juego “El cierre del casino debe darse con el apoyo de la población

Marcelo Correa, integrante de un grupo de ayuda a personas en crisis, sorprendió a los concejales cuando afirmó que en Río Cuarto se produjeron suicidios vinculados con la adicción al juego. “De la Sota abrió casinos en toda Córdoba pero nunca acompañó al ludópata”, se quejó
La adicción al juego, dice Marcelo Correa, suele llevar a medidas extremas: unos son capaces de vender una bicicleta para poder apostar, hay mujeres que llegaron a ofrecer su cuerpo y -en el extremo de la enfermedad- hay riocuartenses que se quitaron la vida.Las penurias de los jugadores compulsivos llegaron a oídos de Correa porque es integrante de Estaciones del Alma, una agrupación de contención a personas que atraviesan crisis.Surgida como un desprendimiento del Centro de Asistencia al Suicida, el espacio fue creado en el año 2000 y, desde entonces, sus integrantes detectaron que la adicción al juego era un problema en franco crecimiento.La de Correa fue una de las voces que generó más interés en la audiencia pública realizada la semana pasada en el Concejo Deliberante. Cuando aseguró que ludópatas de la ciudad llegaron al suicidio, provocó sorprensa entre el auditorio y aportó un argumento más entre quienes piensan que el casino debe irse de Río Cuarto o, al menos, debe limitar su horario de funcionamiento.“Si se diera el cierre, que es algo que nosotros alentamos, debería ocurrir con el apoyo de la población. Teniendo en cuenta los costos que eso representa. Desde lo económico, con los impuestos que se dejarán de percibir, y desde lo social con la situación de los empleados. Tendría que haber una encuesta sobre el impacto de la ludopatía en Río Cuarto para conocer cómo ha afectado, especialmente, a los barrios pobres de la ciudad”, sugiere.Los efectos económicos, asegura, suelen ser devastadores. “Varios de los que van allí, han dicho que llegaron a vender la bicicleta o la ropa para ir a las slots. Y lo que pierden es más de lo que ganan. He visto a padres que van con el peso justo a jugar y con la idea de llevar un mango más a la casa. A veces logran llevarse un peso más, pero son muchas más las que llevan un peso menos”. Correa criticó la postura de los gobernantes que allanaron el camino para la llegada de las slots sin tomar previsiones sobre los efectos nocivos en las personas más vulnerables a la adicción al juego.“Lo que vimos es que cuando De la Sota abrió todos estos casinos en la provincia, nunca acompañó al ludópata. Los empleados dijeron que tenían una batería de propuestas, una fundación... ¡nosotros nunca las vimos! Y eso que estamos para eso: para detectar cuál es la ayuda que se le puede brindar a la gente. Cuando viene una persona sufriendo no se le cruza en sus radares que tiene que ir al psiquiatra, que tiene que ir al médico, o que tiene que acompañarse con su familia, no. La persona lo que quiere es dejar de sufrir, entonces nosotros planteamos todo este panorama en el Concejo”, comentó.-¿Desde cuándo vienen notando los casos de adicción al juego?-Al tema de la ludopatía lo vengo percibiendo desde que estaba en el otro grupo (CAS), con el tema del casino de Embalse y el de Villa Mercedes. Desde la década del ‘90 que venimos siguiendo el tema, acompañando gente. Entonces, había algunos que iban todas las noches a Embalse a jugar. Y ahí fueron perdiendo poco a poco la dignidad, el trabajo, la familia. Veíamos a mujeres que se veían obligadas a vender su cuerpo para pagarse la ida al casino, las apuestas y poder afrontar los gastos. Era todo un circo montado. El colectivo que los llevaba, los prestamistas, los que les tomaban los cheques. Era toda una red en la que los iban entrampando, y los obligaban a entrar en un círculo vicioso. Muchas de esas personas quedaron a la vera del camino, porque los ponían al borde del precipicio. Las personas se sentían más solas, más presionadas y hubo gente que en esa época se suicidó.-¿Eso después continuó en el tiempo?-Estamos hablando de una ciudad donde la tasa de suicidio es muy alta. Hubo épocas como en 2004, ‘97 ó ‘93 en los que la tasa fue muy elevada. En cuarenta casos que se presentaron en un año, alguno pudo haber estado vinculado con la ludopatía. Anoche, hablando con algunas personas del grupo, repasábamos casos que habían pasado en todos estos años y que ya no están más.Correa vuelve sobre la idea de restringir el funcionamiento del casino y se pregunta: “¿Por qué otras ciudades del interior de la provincia pueden limitar el horario de las slots y Río Cuarto no? ¿Por qué ciertas ciudades pudieron cerrarles las puertas y Río Cuarto no puede siquiera opinar? ¿Por qué la Lotería de la Provincia fue tan dura y tan falta de misericordia con las personas afectadas cuando argumentó leyes que de arranque están en contra de la gente? Si la ley afecta a personas, hay que reverla. Si no lo puede hacer la Provincia, si no lo puede hacer el municipio, lo tendrá que hacer la comunidad y las personas que estamos acompañando desde hace mucho tiempo a los que caminan por la cornisa por culpa de la ludopatía”, sugirió.

Alejandro Fara
afara@puntal.com.ar